sobre la inutilidad del esfuerzo humano

No desearía a nadie ser yo.
Sólo yo soy capaz de soportarme a mí mismo.
Saber tanto, haber visto tanto y,
Decir nada acerca de nada.

Robert Walser, poema.

llevo tu corazón en mi

Llevo tu corazón en mí (lo llevo,
en el mío)

no lo dejo

(dondequiera
que voy, tú vas, amor; y lo que hago
es tu obra)

no temo

al destino

(dulce destino mío)

no quiero

el mundo

(porque tu eres mi mundo,mi certeza)

tú eres lo que la luna siempre ha sido
y todo lo que el sol entonará por siempre

he aquí el mayor secreto,el mas profundo,

(esta es la raíz de la raíz, el brote del brote
sombra del árbol que se llama vida;
que crece

más alto de lo que el alma puede esperar) 
Es la maravilla que mantiene a las estrellas separadas:

Tu corazón en mí (va con el mío)

                                                            
                                                         e.e.cummings

Revista La Panera

A ese engendro de negra oscuridad declaro mío.
Shakespeare,
La tempestad

mariposa pisada

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
Cesare Pavese

la cueca de pepe pantalón

Pajaro Producciones
 de sensei Berni Ojeda y con cuequeros magníficos
Uno de esas pegas suculentas que se disfrutan todo el rato.
Veanla aqui con música:

Kocoroco Pepe Pantalon
https://vimeo.com/97231995

la vieja y la doncella

¡


 Y vió como la hermosa doncella derramaba  amargas y abundantes lagrimas sobre la piel vacía de la vieja bruja meciéndola en sus abrazos. Y repetía:
-¡-Ay de mí!,¡Ay de mí!"

felicidad

Ella abrió el libro en el epígrafe de Kafka que decía: “A partir de determinado punto, no hay retroceso posible".
"A ese punto hay que llegar”.


http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-237894-2014-01-17.html

lo imprescindible

Uno aprende que lo imprescindible no eran los libros
no eran los discos
no eran los gatos
no eran los paraísos en flor
derramándose en las aceras
ni siquiera la luna grande -blanca-
en las ventanas
no era el mar arribando
su rumia rompedora en el malecón
ni los amigos que ya no se ven
ni las calles de la infancia
ni aquel bar donde hacíamos el amor con la mirada.

Lo imprescindible era otra cosa.

Sobre jugar a la antigua

Para mí existe solamente el viajar por un camino con corazón, cualquier camino que tenga corazón. Por ahí viajo yo, y el único desafío que vale la pena es atravesarlo en toda su longitud.
Y por ahí camino yo, mirando, mirando, sin aliento.

C. Castaneda
Viaje a Ixtlán